La vuelta al cole no debería ser un problema para los más pequeños.
Descansar por las noches y la vuelta al cole
El aroma que desprende el mes de septiembre está irremediablemente asociado a la vuelta al cole. Vuelven los libros nuevos, el reencuentro con los viejos –y los nuevos- amigos y la vuelta a los horarios rígidos, por exigencia del guion. Es, sin duda, una época complicada para los niños, que dejan atrás tres meses de ruptura total -o parcial- con la rutina más pura.
“Sentimientos encontrados” Son las palabras que usa Javier García, director del Centro de Atención a la Infancia y la Adolescencia, cuando habla de la vuelta al cole en este artículo.
Pero el retorno a las clases no tiene por qué ser un problema, si hacemos que este cambio sea algo normal y positivo. Los niños tienen una capacidad de adaptación extraordinaria a los cambios, más de lo que nos pensamos, y solo hay que transmitirles que el regreso a las clases es la vuelta a los amigos, a los juegos y al aprendizaje.
Igual que sucede, por ejemplo, con el cambio de la cuna a la cama, una buena herramienta para disminuir el nerviosismo de la vuelta al cole es hacer a los niños participes del proceso: comprar con ellos el material escolar o un encuentro anticipado con los compañeros del cole te pueden ayudar. A todo ello se le deben añadir las rutinas adecuadas, en cuya elección también pueden participar. Tan importantes son los libros nuevos como la elección de los horarios, donde se incluyen las horas de sueño y la hora de levantarse.
PREPARÁNDONOS PARA APRENDER
Recuperar el pulso a la rutina del sueño es, sin duda, una gran idea para que el retorno escolar no sea un problema. Lejos queda el verano, la manga ancha con los horarios y alguna noche de irse muy tarde a dormir. Según la National Sleep Foundation, los niños en edad escolar (6-13 años) deberían dormir entre nueve y once horas. Nunca menos de siete, ni más de doce. Durante la noche es cuando se segrega la mayor cantidad de la hormona del crecimiento, es por eso que si un niño no duerme bien, tendrá problemas de crecimiento físico e intelectual.
Y es que, igual que sucede con los adultos, la cantidad de horas que debería dormir el niño durante el curso escolar es aquella que “le permita hacer las actividades diarias con normalidad”, tal y como aclara la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).
Pero, ¿cuáles son los consejos ‘estrella’ para volver a dormir adecuadamente y rendir en el cole?
- La adaptación a la nueva rutina no es algo milagroso. Hay que hacerlo de forma anticipada para que el reloj biológico del niño se acostumbre. Por ello, conviene comenzar con los horarios implantados una semana antes. O incluso antes si lo consideras necesario para tu hijo.
- Una vez que los horarios están claros, lo complicado es cumplirlos de verdad. Hazlo sin miedo, es lo mejor para todos. Y para que dormir no sea un problema, crea un ambiente idóneo en la estancia del niño y una ‘rutina’ del sueño que le relaje y le indique que se acerca la hora de dormir.
- Los aparatos electrónicos tampoco son la mejor herramienta para que los niños duerman. Limitan la segregación de melatonina y eso les complica el sueño, igual que le sucede a los adultos. Recuerda que, tal y como confirma la Asociación Española del Sueño (ASENARCO), los niños y adolescentes que abusan de las nuevas tecnologías “duermen menos horas y/o tienen horarios irregulares de sueño”. Como media, pasan unas 7 horas delante de las pantallas, una cifra que solo reduciendo hora favorece la disminución del riesgo de “sufrir problemas de sueño en el futuro y, por tanto, mejora su rendimiento escolar”.
- No olvides el poder de una siesta ligera, también en los más pequeños. Un estudio de la Universidad de Massachusetts ya certificó en su día que los pequeños que disfrutan de una siesta durante el día mejoran su capacidad de memorización. Además, a la hora de volver al cole esta siesta les puede ayudar a mitigar el estrés de la nueva rutina.
ADIÓS A LOS NERVIOS
El nerviosismo es una de las principales razones por las que un niño no puede dormir bien en los días previos al retorno de las clases. Además de los consejos que ya te hemos dado, no olvides que hacer un poco de ejercicio unas horas antes de dormir no solo ayuda a la conciliación del sueño, sino que también tiene efectos positivos en el rendimiento escolar.
Por otro lado, tal y como dicen en este artículo, la alimentación vuelve a tener mucho que decir a la hora de tener un sueño reparador en este momento concreto del año. “Tomar una cena completa pero ligera” es una herramienta que no podemos dejar pasar. Plátano, manzana, verduras o patatas son alimentos recomendados para la cena; en cambio, deberías evitar las bebidas con cafeína o incluso las frutas con vitamina C. Por supuesto, “tampoco se recomiendan para los niños las bebidas energéticas”.
Fuente: pikolin.com